El proyecto surge como respuesta ante el progresivo fenómeno de envejecimiento de la población, que, con la consecuente demanda de centros residenciales, requiere la determinación de criterios para actuar sobre sus ambientes para fomentar el bienestar y facilitar el desarrollo y la mejora personal de los individuos que allí residen. La investigación pretende establecer directrices para la caracterización cromática de los distintos tipos de espacios arquitectónicos destinados a personas mayores, en aras a conseguir una habitabilidad específicamente adaptada a sus necesidades físicas (de movilidad y accesibilidad), sensoriales (ergonomía) y de satisfacción psicológica. Con ello se pretende aumentar la calidad de vida de la gente mayor al mejorar los espacios residenciales ya existentes, adaptándolos, consiguiendo un confort visual específico.